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Aprenden a leer a los 2 años, tocan Bach a los 4, el cálculo es pan comido cuando llegan a los 6 y hablan varios idiomas con fluidez al cumplir 8. La envidia hace temblar a sus compañeros de la escuela y sus padres se regocijan porque creen que han ganado la lotería. Pero, parafraseando a T. S. Eliot, sus carreras no suelen terminar de golpe, sino entre lamentos.

Una conferencia para explicar por qué el uso de nuestra imaginación, y modo de que otros utilicen el suyo, es una obligación para todos los ciudadanos

El cerebro humano puede percibir un texto en su totalidad como una especie de paisaje físico. Cuando leemos, construimos una representación mental del texto. Al pasar las páginas de un libro de papel, se realiza una actividad similar a dejar una huella tras otra por un sendero, hay un ritmo y un registro visible del transcurrir de las hojas impresas.

La lectura nos hace más felices y nos ayuda a afrontar mejor la existencia. Los lectores están más contentos y satisfechos que los no lectores, en general son menos agresivos y más optimistas”. Quienes lo dicen son los responsables de un análisis reciente elaborado por la Universidad de Roma III a partir de entrevistas a 1.100 personas.

Para hacerles pasar un día lleno de alegría mediante lecturas, actividades y regalos, miembros del equipo editorial del periódico infantil El Tentero, realizaron una visita a los pequeños de consulta externa en el Hospital Infantil de México Federico Gómez.